No hay nada que pueda detener a Toronto Raptors. Ni las lesiones, ni la ausencia de grandes estrellas, ni siquiera un mal inicio de partido. Todos esos condicionantes quedan a un lado durante cada noche para evidenciar una capacidad competitiva que deja claro que los campeones de 2019 no lo fueron solo por Kawhi Leonard. Con el triunfo sobre Indiana Pacers por 119 a 118 supuso la duodécima victoria consecutiva de los de Nick Nurse, lo que significa un récord de franquicia, mejorando las 11 establecidas en 2016 y 2018.
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Un triunfo cuyo principal responsable no fue otro que Serge Ibaka, autor de 30 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias en una gran noche bajo los aros con 10 de 14 en tiros de dos aunque con peor acierto desde la larga distancia (2 de 7). No solo fueron esos 30 tantos lo que sostuvo la remontada y la posterior victoria de los Raptors, sino el cuándo el hispano-congoleño resultó clave: en el clutch.
Ibaka anotó el triple que puso por delante a los canadienses a falta de 30 segundos para el final a pase de Kyle Lowry consumando la remontada de los Raptors y la posterior victoria tras el fallo de Pacers en la última posesión.
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— Toronto Raptors (@Raptors) February 6, 2020
"Esto muestra lo buenos y duros que somos", decía Ibaka en la entrevista post-partido. "Incluso a pesar de las lesiones no hemos buscado excusas y hemos seguido caminando y luchando", añadía.
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El ala-pívot de los Raptors, que recientemente se convirtió en el primer jugador en la historia de la NBA en conseguir 1500 triples y 500 tapones, está rindiendo a un nivel excepcional en el último mes con 18 puntos, 7,8 rebotes y un 55% en tiros de campo que ha permitido a los canadienses asentarse en el segundo puesto de la Conferencia Este.
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