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Sergio Llull, el candidato perfecto de España para competir al HORSE

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sergio llull

Aunque el juego del HORSE no sea popular en España, es sencillo y atractivo. Un modelo que con nombres destacados de la liga puede funcionar muy bien, más si estos disponen de la calidad individual de los miembros que participarán. Véase los Chris Paul, Trae Young, Zach LaVine, Tamika Catchings o Allie Quigley, que firmó en 2018 una de las actuaciones más bestias de un concurso de triples.

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Parte del juego en sí consiste en la capacidad para meter tiros complicados. Si no sabéis de que trata, Kevin Love lo explica en el vídeo que abre el artículo. Habrá tiros difíciles, por supuesto, en eso precisamente consiste este desafío que pondrá a prueba algo más que la simple calidad de los jugadores.Hace falta más.

Por ejemplo, un toque especial para esos lanzamientos irrealizables.

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Dentro del territorio nacional disponemos desde hace años de un ejemplo de jugador en activo que es un maestro de esas situaciones. Los finales apretados, las canastas decisivas. Colarse como un cuchillo entre la defensa para matar un partido. Sentenciar desde el triple una remontada. O sí, tiros que podrían clasificarse directamente como imposibles.

Sergio Llull, jugador del Real Madrid y la Selección Española, dispone de ese talento especial para sorprender. Dejar con la boca abierta, hundir aficiones y levantar a la propia es algo que lleva haciendo toda su carrera. Y si no que se lo digan a David Broncano.

De cara al torneo de HORSE que tendrá lugar entre el 12 y el 16 de abril, y como entrante, presentamos los tiros imposibles de Llull. Las famosas mandarinas.

Actuación clave contra Australia

Comenzamos con material reciente, también por el factor emocional. Parecía imposible que España ganase el pasado Mundial de China. Ausencias importantes, jugadores que llegaban en edades avanzadas, mucha carga durante la temporada... Pero la experiencia del grupo, su química y el trabajo de Sergio Scariolo y su staff, esa clave de La Familia, sorprendieron una vez más.

Es cierto que el propio Scariolo dijo que empezó a pensar en el posible oro tras tumbar a Serbia. Ahí arrancaron los sueños mayores que simplemente hacer un torneo decente. En la final la Selección tuvo el encuentro controlado ante la otra sorpresa, Argentina, por lo que el partido más tenso fue el de semifinales. Cuando comprendimos que había opciones reales de ganar, cuando sentíamos una mayor tensión delante de las televisiones.

Será recordado como uno de los grandes partidos de FIBA. Los Boomers fueron mejores casi todo el partido, pero entre Marc Gasol, el saber jugar y un cierre de auténticos campeones curtidos, España aseguró su camino a la final. Llull firmó una actuación clave como revulsivo y encestó varios tiros clave, de los que hay que meter. Su habitual magia en tiros difíciles, pero es que aquí la carga emocional es demasiado grande. Imposible dejarlo fuera.

Un triple de líder

Tercer asalto de semis de liga ACB de 2015. La Fonteta de San Luis, lugar que gusta al protagonista del artículo. Cuando el Valencia tenía la opción de poner contra las cuerdas al equipo blanco, Llull apareció con un triple brutal ante la pegajosa defensa de Nemanja Nedovic, que recordemos tuvo un breve paso por los Warriors en la 2013-2014.

El tiro, además del complicado movimiento, entra en la categoría de los silenciadores. Madera de líder.

A una pierna y mano contraria

Menos conocido, también merece su lugar en la lista. Era el primer partido de la final de ACB de 2018, cuando madrileños y vascos se encontraban por primera vez en la instancia definitiva tras la mítica final de 2005. Aquella del minuto mágico y el triple de Alberto Herreros.

El Madrid veía cómo el primer partido se les escapaba en casa, y por lo tanto el factor cancha. Llull pudo convertir un complicado y fortuito triple a una pierna y con la zurda. Quizás cuando lleva tantos tiros así de complicados la suerte es un factor menor.

Los blancos ganaron los siguientes tres partidos y levantaron un nuevo título de Liga.

Oklahoma y un partido muy divertido

Una auténtica fiesta. Así puede definirse el partido entre Oklahoma City Thunder y Real Madrid de octubre de 2016, cuando el equipo NBA visitó el Wizink Center como parte de su circuito de pretemporada. No estaba Kevin Durant, que ese verano hizo las maletas para unirse a los Warriors, pero estaban Victor Oladipo, Steven Adams, un joven Domantas Sabonis y, sobre todo, Russell Westbrook. Nos quedamos con ganas de verle jugar más.

Aparte de que los Thunder perdieron y encajaron la mayor anotación de un equipo europeo a uno NBA, regresamos el concepto de fiesta. Eso fue el partido. Puntos, juego alegre, ofensivo, acierto, jugadas espectaculares... Y un triple de Llull para mandar el partido a la prórroga que supuso el colofón.

¿Había otro para cerrar la lista?

De todos los tiros que tiene este es el que más se acerca al término imposible. El resto pueden ser complicados por las formas y el momento, pero este es una absoluta barbaridad. Es irreal. Pero al ser Llull -y darse en la plaza de Valencia- lo imposible y lo posible se acercan.

Todo pasó muy rápido. Antoine Diot firmó un gran reverso de salida y bomba que parecían sentenciar. Pero es que la reacción fue instantánea. Ni Lllull ni Reyes dudaron. Tampoco lo hizo la defensa taronja, aunque el frenesí de la canasta les despistó medio segundo. Justo el tiempo para firmar la canasta imposible más recordada de nuestro baloncesto.

¿Cuándo empezó esta relación de Llull con las canastas imposibles? Difícil definirlo. Hay quien diría que lo lleva dentro, en los genes. Él mismo también ha contado que entrena los tiros complicados, nada llega por casualidad, menos en la élite.

Eso sí, hay un momento muy interesante sobre el que reflexionar. Uno que quizás aumentó esa llama interna que el de Mahón siempre ha reflejado en sus ojos y carácter. Con apenas 20 años y en un escenario muy complicado como era la fase de grupos ante Turquía del Eurobasket 2009, Scariolo confió en el joven Llull ante los problemas de Ricky Rubio o Carlos Cabezas. Una decisión discutida en su momento, pero que terminó con una entrada del jugador para ponerse por delante en el marcador y que para muchos debió ser señalada como falta.

Porque Llull no habrá jugado en la NBA, pero desde luego despierta interés en el territorio norteamericano, y bien podría ganar el torneo de HORSE que arranca este 12 de abril.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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