Los Angeles Lakers 107 - 97 Dallas Mavericks
Perder a LeBron James no es como perder a cualquier jugador, eso es algo que Los Angeles Lakers han entendido rápidamente en estas últimas semanas. Desde que el Rey se lesionase el pasado día de Navidad ante los Warriors, su equipo había sumado 5 derrotas en 6 partidos, una racha que ha visto su final precisamente hoy ante los Dallas Mavericks de Luka Doncic.
El equipo texano realizó un mal encuentro, lejos de su nivel habitual y se vino abajo en el tercer cuarto, entregando en bandeja el triunfo al equipo visitante. Doncic aportó una gran parte de los 97 puntos que anotaron los Mavs, terminando con 27 puntos, 8 rebotes y 2 asistencias, mientras que sus compañeros Barnes, Barea o Smith se quedaron en 11 puntos.
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El salvador de los Lakers fue Josh Hart que cuajó una magnífica actuación con 14 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias que se tradujeron en un rendimiento en pista inmejorable. La noche de Hart permitió a Ingram convertirse en un ejecutor letal en ataque, consiguiendo 29 puntos con un 57% en tiros de campo y siendo el máximo anotador del partido.
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La primera parte no invitaba al optimismo desde el banquillo de los Lakers, una desventaja de 13 puntos al descanso parecía indicar que se avecinaba la sexta derrota en siete partidos. Fue entonces cuando Hart, Ingram y un renacido Ball (21 puntos, 7 asistencias) tomaron las riendas del equipo y lo convirtieron en una máquina de defender. Hasta entonces había sido un partido clásico de los Mavs con un marcado liderazgo de Doncic en ataque y una buena protección del rebote defensivo que había permitido a Dallas jugar con cierta ventaja, pero en un abrir y cerrar de ojos Ball e Ingram fueron capaces de romper la defensa de Texas y poner rumbo hacia la remontada.
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En 8 minutos los Lakers ya estaban en los mismos guarismos que Dallas que habían pasado de ser capaces de anotar casi 30 puntos por periodo a tan solo 13 como anotarían en el tercer tiempo. Un hecho causado por la buena defensa de los Lakers pero también por la cuestionable selección de tiro que habían realizado, pues difícilmente se puede explicar un descenso tan acusado en un periodo tan corto.
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Con el tercer cuarto finalizado y los Lakers de nuevo por delante, el futuro del encuentro no parecía especialmente brillante para los Mavs, que solamente con Doncic acertado de cara al aro, poco pudieron hacer para intentar salvar los muebles. Si en el tercer tiempo había anotado 7 de los 13 puntos del equipo, en el cuarto periodo la historia sería similar con 7 de los 17 de los Mavs.
Por parte de los Lakers la dinámica fue clara: con Ingram en estado de gracia, Hart y Ball se combinaron para dotarle constantemente de balones y así sellar el triunfo. Una victoria que permite a los Lakers respirar y mantenerse agarrados a los puestos de Playoff a la espera de la vuelta de James.