Tacko Fall ha sido uno de los nombres más llamativos del verano NBA. No, no fue uno de los principales jugadores que salieron a la luz en el Draft. De hecho, ni siquiera fue elegido. Lógicamente, tampoco fue parte de esos traspasos que impactan. Pero claro, el senegalés es un imán por sí mismo a partir de una cualidad que deslumbra mucho más allá de una cancha de baloncesto, que lo hace en lo cotidiano. Sus ¡2,31 metros! de altura hacen del pívot una verdadera atracción. Pero, al mismo tiempo, incomodan al propio Fall.
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Tras ser uno de los reclamos de la Summer League con Boston Celtics, donde fue aclamado por los aficionados en cada ingreso a la cancha, se ganó un contrato de prueba (Exhibit 10) con la franquicia e intentará cumplir su sueño: ganarse un lugar en el equipo y la NBA. Porque él sabe que es más que ese largo cuerpo que lo acompaña. "Es obvio que soy muy alto y eso se mantendrá. Pero en muchos momentos no quiero sentirme como el show de un extraño, un freak. Siento que soy mucho más que eso, lo he demostrado", señaló para NBC Sports Boston.
El ex UCF, que promedió 7,2 puntos, 4,0 rebotes y 1,4 tapones en 12,6 minutos durante la Liga de Verano de Las Vegas, hará la pretemporada con los Celtics y su mentalidad es muy clara. "Sé por lo que estoy luchando y no ha cambiado. Sé lo que soy capaz de hacer y dónde quiero estar. Lucharé todos los días para estar en esa posición y mantenerme. Amo el baloncesto y no hay mejor lugar para jugarlo que en la NBA. Es divertido jugar todas las noches contra los mejores del mundo", explicó.
El tiempo dirá cómo le va a Fall en su búsqueda con los Celtics. Pero allí o en cualquiera de las otras 29 franquicias, tiene presente que su deseo es pertenecer a la NBA, dejando en claro que es mucho más que esos 231 centímetros de altura que impactan a todos.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.