"The Last Dance" Episodio 4: los mejores momentos

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Michael Jordan

Tras el estreno de "The Last Dance" la fiebre por los Chicago Bulls de aquella época se ha disparado. El documental centrado en Michael Jordan y en el mítico equipo que dominó la NBA en la década de los 90 ya ha estrenado los tres primeros episodios y, este lunes, han llegado el tercero y el cuarto.

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De la mano de Netflix, tras repasar los dos primeros y sus mejores momentos, es la hora de revisar el tercer. Después de ver un segundo que se centró más en Scottie Pippen y el tercero en el excéntrico Dennis Rodman como protagonista, el cuarto tiene a Phil Jackson, la superación a los Bad Boys y el primer título. Seguimos con el último baile.

Atención: alerta de spoiler

Los mejores momentos del documental ➡️ Episodio 1 | Episodio 2 | Episodio 3

Cuando Jordan fue a por Rodman

El tercer episodio terminaba con el viaje del Gusano a Las Vegas. Esas pequeñas y necesarias vacaciones para el interior que, por supuesto, no se quedaron en las 48 horas acordadas con Phil Jackson y Michael Jordan. Sin embargo, es preciso aclarar algo.

Si bien el documental da a entender por el montaje y el testimonio de Carmen Electra, pareja de Rodman en aquel momento, que MJ viajó a Las Vegas y se presentó en la habitación en la que se encontraba Dennis, la historia no fue así. Rodman y Electra regresaron a las 48 horas, pero se quedaron en el apartamento del jugador, enfrente del United Center.

Una lástima. La historia de Jordan dando vueltas por Las Vegas en la búsqueda de Rodman era una absoluta maravilla.

Phil Jackson, el entrenador ideal para aquellos Bulls

Este episodio nos acerca más a la interesante figura de Phil Jackson. El Maestro Zen es indudablemente uno de los mejores entrenadores de la historia del baloncesto. En su extravagancia se almacenaba una capacidad comprensiva y una apertura de mente muy adelantadas para su tiempo y posición. Ya como jugador le describían como "hippie".

Ese enfoque desde niño fue el que le permitió triunfar como muy pocos entrenadores. Si os interesa todo lo que rodea su forma de pensar, el libro "Once Anillos", escrito por el propio Phil, muestra muy bien toda su filosofía.

Aquellos Bulls fueron un cúmulo de extraordinarias buenas decisiones que formaron un bloque tan heterogéneo como unido, tan intenso como agresivo entre ellos y con el rival. Y hubiese sido imposible triunfar sin Phil al frente. Apoyó el triángulo ofensivo de Tex Winter pese a que MJ no quería ese sistema; condujo al equipo a ser una sola unidad, un equipo; y supo lidiar con las personalidades tan diferentes, caso Rodman, dando a cada uno lo que necesitaba.

El cambio físico y mental de Jordan

Las destructivas series contra los Bad Boys hicieron mella en Jordan y los Bulls. En especial esa durísima derrota en el Game 7 fuera de casa en 1990 fue la más dolorosa. Chicago entró en colapso y Scottie Pippen sufrió de migrañas. Fueron destrozaros y Jordan regresó a casa llorando.

Es aquí donde el 23 comienza su cambio físico, potenciado también por el staff técnico de los Bulls que quería llevar a Jordan más al uso del poste y su gran juego de pies en esa zona. La evolución es salvaje en los años posteriores, alcanzando los niveles más dominantes del jugador.

Exigía más a sus compañeros, pero es que trabajaba más que nunca. Horas de gimnasio que nunca había hecho, agresividad extra en los entrenamientos y un mensaje que se repetía una y otra vez en su cabeza. ¿Es Jordan un jugador espectacular a nivel individual incapaz de hacer ganar a los suyos?

La sensación de ganar a los Pistons

"Eso es comportamiento deportivo, por mucho que duela. Y te aseguro, dolía. Pero no tenían que darnos la mano. Ya sabíamos que les habíamos destrozado, que les habíamos superado. Para mí, en varios aspectos, fue mejor que ganar el título".

Estaba entre ceja y ceja tumbar a los Pistons. Hacer caer a los Bad Boys tras tres años chocando contra ellos, tras el doloroso despido de Doug Collins y el cambio de sistema. Pero Isiah Thomas y los suyos hicieron algo que quedaría para el mal recuerdo: no dieron la mano a los jugadores de Chicago. Según Jordan, no mostraron el respeto que ellos sí habían mostrado.

La celebración posterior estuvo a la altura, en la que incluso vemos a Jerry Krause vitoreado por jugadores del equipo. Era un momento de celebración ante unas Finales que les enfrentaban a los dominadores de los 80, los Lakers del Showtime. Pero esos Lakers no eran los de unos años anteriores, por mucho que siguiese Magic Johnson en plantilla.

Horace Grant, aparte de mostrar sus tremendos músculos, deja una de las citas del episodio.

La celebración con su padre

Al fin. Jordan entraba en el club de Larry y Magic. Tenía un título y sus emociones se desataban. Los compañeros de MJ muestran cómo se sorprendieron. "Llegamos a pensar si era o no humano", ante esa obsesiva carga de trabajo y fijación con ser el mejor. "Solo habíamos visto frustración y rabia".

La mítica imagen de Jordan con su primer Larry O´Brien en sus manos, llorando de felicidad y soltando todo lo que llevaba años acumulando, guarda al lado a su padre. Un protagonista que vendrá más tarde en uno de los momentos más duros y tristes del episodio.

Termina la segunda tanda de "The Last Dance". El producto se mantiene notable, en su excelente línea de edición y montaje, uso de vídeos, inclusión de highlights y elección de música. Pero quizás queda un regusto de cierta decepción. Más allá de determinados documentos alejados de la 1997-1998, temporada sobre la que gira el documental, no se ha aportado prácticamente ninguna novedad.

Y, de nuevo, Toni Kukoc ni aparece ni es mencionado.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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