"The Last Dance" Episodio 7: los mejores momentos

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michael jordan retire 1993

Tras el estreno de "The Last Dance" la fiebre por los Chicago Bulls de aquella época se ha disparado. El documental centrado en Michael Jordan y en el mítico equipo que dominó la NBA en la década de los 90 ya ha estrenado los ocho primeros episodios y, el próximo lunes, llegará el final con los episodios 9 y 10.

Atención: alerta de spoiler

Toca repasar lo que dejan de sí las dos entregas de esta semana, los episodios 7 y 8. Tras el 5 y el 6, de los más interesantes del documental, el séptimo es uno más triste y complicado. Uno más emocional en el que vemos incluso llorar a Michael Jordan.

Los mejores momentos del documental ➡️ Episodio 1 | Episodio 2 | Episodio 3 | Episodio 4 | Episodio 5 | Episodio 6

Un padre como un amigo

El episodio comienza con la serie entre los Bulls y los Nets de Primera Ronda de 1998. En sus ya conocidos -y a veces liosos- flashbacks, el documental muestra el verano de 1993 y lo que supuso la desaparición del padre de Michael Jordan. Al conocerse su asesinato comenzaron una serie de teorías que vinculaban los problemas de apuestas de MJ con el trágico desenlace de su padre.

Esta parte muestra la gran conexión que guardaba el 23 con su padre, al que describe como un amigo.

La retirada y las teorías

Aunque MJ ya estaba exhausto e incluso llegó a confesar a un periodista durante el viaje del Dream Team de 1992 que su intención era irse al béisbol, el asesinato de su padre aceleró todo. Necesitaba salir del baloncesto y respirar. Esa es la versión oficial. Como siempre, hay teorías de todo tipo.

La más conocida es que, en medio de una investigación por sus problemas con el juego, David Stern expulsó a Jordan durante 18 meses de la liga. El propio Stern y Michael dicen que todo esto era mentira. "Total bulshit", llega a citar un periodista.

La fiebre del béisbol

La conexión de Jerry Reindsdorf con los White Sox, el principal equipo de béisbol de Chicago, facilitó la llegada del 23 a su otro gran deporte, con el que soñaba de niño. Aunque no fuese el mejor, simplemente quería disfrutar. Necesitaba hacer lo que quería, lo que llevaba en su mente en aquel momento. Jordan empezó bien, luego tuvo una mala y esperada racha por sus entrenadores con la que Sports Illustrated se cebó. MJ no volvió a hablar con ellos.

Lo cierto es que llevaba sin jugar al béisbol desde los 17 años y el entrenamiento para este deporte iba a ser perjudicial para su faceta de jugador de baloncesto. Una que mucha gente esperaba que recuperase más pronto que tarde. Más allá de la fiebre que despertó en el béisbol, ese tiempo le vino muy bien a Jordan. Fue uno más.

El triángulo ofensivo y Toni Kukoc

Toni Kukoc and Phil Jackson

Mientras tanto, los Bulls se veían sin su líder y estrella después de tres anillos. Los dos refuerzos principales del verano fueron Steve Kerr, jugador de rotación que apenas había jugado en el último año, y un europeo desconocido en Estados Unidos llamado Toni Kukoc. Hasta Jerry Krause tuvo que explicar en la rueda de prensa que el número 7, dorsal del croata, es el más popular en el Viejo Continente.

Es aquí cuando el triángulo ofensivo florece. Mientras Jordan era un anotador, Scottie Pippen era un facilitador, un generador de juego. Esto permitió a otros jugadores tener roles más amplios, como un BJ Armstrong que fue All-Star por única vez en su carrera, y Chicago jugó más en equipo que nunca.

EL triángulo ofensivo en su máxima expresión. Y, por fin, más de Kukoc. El croata ha recibido tiempo de pantalla en los últimos episodios. Poco es mejor que nada.

Cuando Scottie Pippen se negó a jugar

La culminación de aquella temporada y las 55 victorias en temporada regular fue alcanzar las Semifinales contra los Knicks, su gran rival de conferencia. Pippen venía de firmar una temporada de calibre MVP y, cuando la serie estaba en el aire, él pensaba que el tiro decisivo sería suyo. Pero no fue así.

Phil Jakcson le dio el tiro a Kukoc y esto sentó fatal al 33, que se negó a entrar en pista. Toni anotó, pero fue un golpe muy duro para sus compañeros, que se sintieron decepcionados. Pippen terminaría pidiendo disculpas, dejando su famoso póster sobre Pat Ewing y un gran cierre de Semifinales, aunque los Bulls cayeron en el Game 7. Enorme temporada.

Los entrenamientos y Scott Burrell

Era un tipo con talento y el propio MJ lo reconoce, pero al igual, le faltaba seriedad y compromiso, es por eso que MJ le tenía entre ceja y ceja para exigirle más y trabajar con él. Era una persecución de Jordan hacia Burrell en los entrenamientos que el joven supo aguantar y responder, aunque él mismo llega a reconocer que nadie podía alcanzar esos estándares de exigencia.

Buen reconocimiento con su partido de 23 puntos contra los Nets en Primera Ronda del 98.

El precio de ganar

"Nunca les pedí nada que yo no pudiese hacer". El final del episodio es posiblemente la mejor parte. Un Jordan emocionado habla sobre si era o no un buen tipo, sobre si su actitud como compañero ha perjudicado su imagen de tipo amable. Pero ganar tiene un precio. Michael termina con lágrimas en los ojos y pidiendo un descanso.

Sensacional cierre.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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