¿Qué significa el traspaso de Russell Westbrook para Washington Wizards?

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Cuando el mercado parecía más que cerrado a falta de que los equipos completasen los espacios pertinentes en sus plantillas rumbo al inicio de los entrenamientos de pretemporada saltó la noticia, Adrian Wojnarowski reportó que los Washington Wizards y Houston Rockets habían alcanzado un acuerdo para intercambiar a John Wall y una primera ronda protegida de 2023 por Russell Westbrook. Un movimiento que llevaba varias semanas en negociaciones pero que había llegado a un punto muerto en cierto momento y que debería funcionar para ambas partes como revulsivo para sus respectivos proyectos. 

Con este movimiento los Rockets mueven una pieza más en busca de reformular su equipo tras la salida de Daryl Morey y Mike D'Antoni, añadiendo una pieza sobre la que apostar. No sin riesgos añadidos pues Wall ha estado ausente prácticamente en las dos últimas temporadas completas, siendo su último partido oficial en diciembre de 2018 después de encadenar sendas lesiones que le han privado de poder competir.

No obstante, el base quiere demostrar que le queda cuerda para rato y justificar los más de 130 millones de dólares que le restan de su contrato y en Houston puede encontrar ese espacio y ese ecosistema para ponerlo en práctica.

En contraposición, Westbrook dice adiós al sueño de luchar por el campeonato, al menos en el corto plazo, pues su salida de Houston representa el agotamiento del proyecto de los texanos, aquel conformado alrededor de la figura de James Harden y que pretendió una aproximación al juego tremendamente radical y que abogaba por desprenderse totalmente de la figura clásica del interior.

Rumbo a la capital del país Westbrook tiene mucho que demostrar después de que las últimas dos temporadas haya estado por debajo de lo que se podría esperar de un MVP, hecho que ha devaluado su valor de mercado y que se ha constatado en esta operación. A pesar de ello, Brodie sigue teniendo mucho baloncesto dentro de sí y un verdadero cambio de aires y un "reseteo" como el que va a encontrarse en Wizards puede servirle para tomar aire y relanzar su carrera.

¿Cómo encaja Westbrook en Wizards?

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La llegada de Westbrook a Washington va a suponer, entre otras cosas, el tercer MVP en la historia de la franquicia que vestirá su camiseta después de Moses Malone y Michael Jordan, curiosamente todos ellos llegaron en fases avanzadas de sus carreras y tras haber tocado la cima aunque fuesen capaces de mantenerse dentro de la élite de la liga como All-Stars. Independientemente de esta curiosidad histórica, Westbrook llega a un equipo en plena reconstrucción y que ha estado varando por el océano sin un rumbo claro, ofreciendo competencia dentro del incierto Este pero sin traducirse esto en unos resultados medianamente positivos.

A día de hoy los Wizards son una conjunción de talento joven conformado alrededor de Rui Hachimura, Deni Avdija o Thomas Bryant que se suma a una interesante pareja que emergió el pasado curso destacando por su volumen y acierto anotador como es la formada por Bradley Beal y Davis Bertans que supuso la noticia más positiva de toda la campaña de Washington. El base californiano llega en el momento perfecto pues su introducción en el equipo podría ser la solución a muchos de los problemas que venían experimentando en la capital, añadiendo un jugador con una dilatada experiencia y con galones suficientes para asumir los riesgos necesarios en una temporada que se espera que sea corta pero intensa. Aquí se reencontrará con un viejo conocido para Brodie como Scott Brooks, ex técnico de Oklahoma City Thunder entre 2009 y 2015, y con el que Westbrook se convirtió en una super estrella de la NBA.

La lesión de Wall en 2018 generó un problema en el seno de la franquicia que hasta el día de hoy no habían sido capaces de resolver. La esperanza de que este regresase pronto les hizo no buscar un recambio de garantías en el puesto de base, lo que dejó el equipo en manos de Ish Smith, Isaiah Thomas o Shabazz Napier, figuras que estuvieron lejos de ofrecer un rendimiento acorde al de Bradley Beal. Ahora, la llegada de Westbrook debería poner solución a esta problemática pese a que, si bien Brodie no es un base clásico, sí puede ser un fantástico organizador de juego y líder en cancha, complementando las carencias que Beal puede llegar a tener en ese sentido. 

A simple vista, Westbrook y Wall pueden parecer dos caras de la misma moneda por su estilo de juego, la diferencia estriba en que el primero ha conseguido volverse tremendamente eficiente pese a sus carencias en el tiro y es que el californiano lideró la liga con 20.8 divisiones por partido anotando 15.0 puntos por partido en la pintura, la tercera marca más alta en la liga solo por detrás de Giannis Antetokounmpo (17.5) y Zion Williamson (16.8). En un contexto como el de los Wizards en el que no hay una presencia interior muy clara o dominante, las posibilidades que que Westbrook pueda mantener en cierto modo este nivel de acierto en la zona restringida no hacen más que aumentar, más si tenemos en cuenta el elenco de tiradores que los capitalinos poseen con Bertans como principal referencia exterior a la que dotar.

De hecho, si por algo brillaron los Wizards el pasado curso fue por su excelente spacing ofensivo, razón por la cual Beal fue capaz de extenderse hasta los 30,5 puntos por noche, segunda cifra más alta solo por detrás de James Harden. Washington profesó un juego abierto, rápido y dinámico que les hizo ser un equipo tremendamente divertido de ver.

No es solo que jueguen abiertos para encontrar tiros en situaciones propicias, sino que este ecosistema facilita las conexiones en 2x2 a través del mano a mano o el bloqueo directo pues las defensas han decidir si protegen la pintura colapsando o bien niegan el posible pase generado a través de esa situación.

Sin duda el aspecto que más van a apreciar los Wizards con la llegada de Westbrook va a ser la defensa pues el base californiano es uno de los mejores en su posición cuando se habla de marcaje individual, contando con un desplazamiento lateral que le permite reaccionar con rapidez a las propuestas de su emparejamiento. En ese sentido toda ayuda es poca para un equipo que en el pasado curso encajó 119,1 puntos de media por noche, segundo peor registro de la NBA, lo que les hizo ser la segunda defensa menos eficiente de la competición. Por su parte, Russell Westbrook fue el 22º mejor jugador de toda la liga en cuanto a eficiencia defensiva, promediando 107,1 puntos por 100 posesiones, por delante de figuras como Jimmy Butler, Ricky Rubio o Jrue Holiday. 

La adición de Russell a los Wizards supondrá un reseteo total del proyecto pues les coloca automáticamente en la lucha por entrar en los Playoffs después de dos temporadas de ausencia así como ofrecer una oportunidad de oro al base de mostrarse nuevamente válido para ser clave en un equipo de media tabla. 

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.