Troy Weaver, nuevo GM de Detroit Pistons: ¿qué tareas tiene por delante?

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Detroit Pistons se sumó al grupo de franquicias que han realizado cambios en la estructura de su gerencia en los últimos meses (como Chicago Bulls y New York Knicks). En este caso, la organización de Michigan concretó la contratación de su nuevo General Manager: Troy Weaver, exejecutivo de Oklahoma City Thunder durante los últimos 12 años, donde realizó un trabajo clave en las evaluaciones de grandes talentos elegidos en el Draft en el pasado, como Russell Westbrook, James Harden y Serge Ibaka.

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"Estoy entusiasmado por el desafío de construir a este equipo en un ganador con consistencia, poniendo las piezas que nos permitan competir en el más alto nivel. Nos pondremos a trabajar rápidamente, evaluando las oportunidades e instalando sistemas que nos harán exitosos", dijo Weaver en el comunicado oficial de los Pistons. "Es un destacado ejecutivo, con antecedentes excepcionales a la hora de detectar y desarrollar talento", valoró Tom Gores, propietario de la organización.

Weaver, quien se convierte en el 9° afroamericano en ser General Manager en la actualidad, es el cuarto ejecutivo con pasado en la gerencia de Oklahoma City que pasa a ocupar un cargo de GM en la última década, siguiendo los pasos de Rich Cho, Rob Hennigan and Michael Winger.

Las tareas de Troy Weaver en Detroit

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Aunque alcanzaron los Playoffs en 2019, el proyecto actual de los Detroit Pistons es uno de los más oscuros de la liga. Por salarios, por falta de jóvenes, por falta de estrellas... La sensación que transmiten los Pistons desde hace años es que están descabezados, sin rumbo. Y, de tenerlo, desde luego la gerencia no ha sabido atinar.

Es cierto que en la 2019-2020 las lesiones han destrozado al equipo. A Blake Griffin podemos considerarle de baja todo el curso, mientras que jugadores importantes como Derrick Rose o Luke Kennard también han sufrido. Todo sea dicho, tanto Blake como Rose son dos de las estrellas recientes más maltratadas por las lesiones. Detroit se construía para la 2019-2020 con demasiadas incógnitas y ha salido caro.

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El estreno del nuevo pabellón, el Little Caesars Arena, no podría haber empezado peor. Tras una potente inversión, los Pistons se sitúan 28º en asistencia según Basketball Reference. Pero, claro, ¿cómo van a conseguir que la gente de Detroit llene las nuevas instalaciones con este equipo? Falta identidad, sobran contratos y se necesita una inversión real como proyecto a medio plazo. Un plan sobre el que construir.

En medio de este panorama aterriza Troy Weaver, hombre con experiencia en reconstrucciones y elecciones del Draft en un mercado pequeño como Oklahoma, situación que repetirá ahora en Detroit. Necesitan paciencia, asumir que tendrán que pasar un par de años complicados y tomar buenas decisiones. ¿Por dónde tiene que empezar Weaver?

La estrella olvidada, Blake Griffin

Parece que la 2018-2019 de Blake pertenece al siglo pasado. El interior mostró la mejor versión de su carrera, desplegando un juego sobre balón y como creador y tirador que jamás habíamos visto. Extraordinario cargando a sus espaldas un equipo de bajo nivel y de pobre estructura. Sin embargo, entre sus problemas físicos y jugar en un equipo poco atractivo recibe menos reconocimiento.

La situación con Griffin es complicada. Jugador de 31 años cuyas rodillas le han permitido ser All-Star en seis ocasiones, pero es que tendría que haber sido -y seguir siendo- uno de los grandes del panorama. ¿Sigue siendo útil? Por supuesto. ¿Una estrella? También, pero dependerá de en qué equipo juegue y lo que aguante su físico. Esta 2019-2020 ha significado un necesario descanso para su cuerpo.

A Blake le quedan dos temporadas más por 36,8 millones y 38,9, la segunda con opción de jugador. A los Pistons les interesa poco mantener a un jugador de este sueldo mientras reconstruyen. No van a ser candidatos mientras los mejores años de Griffin terminan. Y al jugador tampoco le interesa pasar otra reconstrucción en el ocaso de su mejor baloncesto. Weaver tendrá que transmitir sensación de estabilidad, de querer mantener a Blake en el equipo (prisa no corre) y aprovechar la oportunidad que aparezca para mover su contrato.

El futuro de Luke Kennard

La temporada del escolta tirador ha sido la mejor de su corta carrera NBA. Es cierto que las lesiones cortan un año notable de Kennard, pero la gran cuestión es su estabilidad a largo plazo en el proyecto. Termina contrato después de la 2020-2021 y tendrá que negociar. En febrero hubo negociaciones de traspaso entre Detroit y Phoenix.

¿Cuentan con Kennard para el largo plazo?, ¿quiere el jugador seguir en los Pistons? Cuestiones a resolver en los próximos meses, ya que si quieren rentabilizar un hipotético traspaso deberían hacerlo cuanto antes. Jugador muy aprovechable en el baloncesto actual. Tirador de primer nivel y generador secundario de confianza. Tiene cerca de 24 años (24 de junio) y ha promediado 15,8 puntos, 4,1 asistencias y 39% en triples.

¿Quién es la nueva cara reconocible de los Pistons?

En Detroit necesitan una figura que atraiga al aficionado al pabellón. Lo ideal es que ese jugador combine el atractivo mediático, el potencial para el medio plazo de ser All-Star y que sea base, así matan dos pájaros de un tiro. Los Pistons necesitan una nueva cara reconocible y necesitan un nuevo base.

Este escenario dibuja un jugador que sería extraordinario conseguir en el próximo Draft: LaMelo Ball. El joven base sería el atractivo que le faltaba al equipo, el motivo para que la gente ocupe las gradas del Caesars. El flow tiene que regresar y esa figura atractiva en el mercado, viral en redes y, en definitiva, que genere atracción, se antoja fundamental.

Convertirse en el nuevo vertedero de contratos

Derrick Rose

Los Nets realizaron una reconstrucción de libro tras el fracaso del proyecto de los dinosaurios, ese que contaba con Paul Pierce, Kevin Garnett, Deron Williams o Joe Johnson. Brooklyn se dedicó durante un par de años a aprovecharse de franquicias necesitadas de espacio salarial. ¿Alguien quería quitarse un mal contrato? Sabían el precio y el comprador. Rondas y llamar a los Nets, esa era la receta.

Aunque otros equipos como Cleveland estén en situaciones parecidas, en este caso lo importante es destacar como el equipo que sigue esa fórmula de la reconstrucción. Ejercer de vertedero de contratos está fuera de toda duda como técnica para conseguir activos, ya sean rondas o jóvenes. O las dos. El caso es conseguir que los equipos NBA tienen que llamarte a ti. Seguir esa fórmula durante un par de años permitiría a los Pistons trabajar sin presión, desarrollar a los jóvenes e ir incluyendo hábitos positivos desde el primer día.

Además, el equipo cuenta con ciertas piezas de interés en el mercado. El más claro es Derrick Rose. De llegar un base joven, Rose tendría menos sentido en el equipo y se podría buscar su venta a un candidato. Sacar una primera ronda por Derrick sería positivo para la salud del nuevo proyecto.

Christian Wood: pagar o dejar marchar

Entre las sorpresas agradables de la 2019-2020 está Wood. Este ala-pívot ofensivo tiene lanzamiento de media distancia y cada vez más triple, una potencia animal atacando el aro e instinto para el rebote. Jugador interesante para salir desde el banquillo y hacer daño como primer interior de la segunda unidad.

Sin embargo, Wood también deja dudas. Su papel ha sido notable en unos Pistons mediocres y cargados de lesiones, que le dieron incluso mayor responsabilidad después del regalo de Andre Drummond a Cleveland. Wood será uno de los jugadores queridos en el mercado y recibirá lucrativas ofertas. Weaver tendrá que decidir si este talento merece su contrato en Detroit o si prefiere que otro equipo le pague. ¿Qué puede perder si sale mal? Otro jugador sobrepagado en la lista de salarios. Mucha atención aquí porque Wood tendrá que ser una de sus primeras gestiones.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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