El All-Star es la cita anual para disfrutar de torneos y partidos solo realizables en videoconsolas. Sin embargo, el porcentaje de jugadores que acude a la cita es reducido. La mayoría aprovecha estos días para regresar a casa, estar con la familia y tener unos días de bienvenida desconexión en la vorágine de partidos que es la temporada regular.
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La situación actual lo condiciona todo. El fin de semana de las estrellas es acortado, concentrado en una sola jornada, y los vuelos intercontinentales se complican. Así, desde Estados Unidos y disfrutando de unos días para recargar la batería, Willy Hernangómez atiende a NBA.com tras unas semanas notables con los New Orleans Pelicans.
“Hablando de minutos, de consistencia y de jugar a un buen nivel, sin duda es mi mejor momento en la NBA. Estoy disfrutando muchísimo, pasándomelo muy bien y compitiendo”.
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El fichaje de Willy por los Pelicans fue una sorpresa. En plantilla contaban ya con Zion Williamson y Steven Adams como interiores titulares, a los que sumar las presencias del joven Jaxson Hayes, elección 8 del Draft 2019, y un complemento conocido en Europa como Nicolo Melli.
Sin embargo, Van Gundy y su staff apuestan por usar a Zion de ala-pívot y, en raras ocasiones, hemos visto alineaciones abiertas que maximicen el impacto de la bestia. En este contexto, Willy competiría de tú a tú con Hayes por ese papel de segundo pívot.
“Hay momentos complicados, difíciles, en los que ves que el equipo va perdiendo y crees que puedes ayudar, y no entiendes porque no te dan la oportunidad”, dice el madrileño. "Estoy muy contento de que toda la paciencia y el trabajo que no se ven, cuando hay una oportunidad y se sabe aprovechar, al final todo sale a la luz. La NBA se trata de eso, va de oportunidades. Esperar tu momento, estar siempre preparado, por si juegas o no juegas, que es difícil saberlo, pero si te llega esa oportunidad se trata de aprovecharla”.
Parecía repetirse la historia de Charlotte tras el gran inicio de carrera en el Madison Square Garden. Willy acumuló tres participaciones en el tiempo de la basura en los primeros 18 partidos, pero, como él dice, “la NBA es un negocio y tienes que formar parte del equipo. Tienes que estar preparado para jugar o no jugar”. Y Willy lo estaba.
Los problemas físicos de Adams obligaron a Van Gundy a cambiar. Hayes fue titular contra Sacramento a principios de febrero, pero el joven jugador formado en Texas está muy verde todavía. A sus 20 años, impresiona con largos brazos y promesas de futuro, pero se queda corto para producir en la NBA. Necesita minutos y equivocarse, algo que los Pelicans, de momento, prefieren aplazar.
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Aquel día ante los Kings, Willy jugó la máxima de minutos de su temporada (29) y produjo mejor que nunca: 13 puntos, 11 rebotes, 2 asistencias y ayuda defensiva. Este último factor, el más sorprendente, es el que permite a Hernangómez ganarse a Van Gundy, entrenador defensivo y de la vieja escuela.
“Stan es un entrenador siempre caracterizado por su defensa”, dice Willy. “De todos modos, nuestro problema principal es la consistencia en el esfuerzo defensivo. Como entrenador es muy exigente, en todos los aspectos. Ha sido una de las pretemporadas más duras de mi carrera profesional”.
Ahí está la fama de Van Gundy. Su reputación le precede. JJ Redick, veterano que ya coincidió con SVG en los Orlando Magic de Dwight Howard, comentó lo mismo hace unas semanas. Entrenar con Van Gundy no es como con otros entrenadores.
“El entrenador te va a hacer prueba”, explica. “Gracias a que todos los veranos entreno con David Antona, mi preparador, pude llegar bastante bien. Por ejemplo, en un ejercicio, depende de si eras pívot, alero o base, corrías más o menos. Nosotros teníamos que correr 23 campos de baloncesto en 3 minutos y yo hice 30, empatando con Kira (Lewis), el rookie”.
“Llegué muy bien del verano, pero sin duda la pretemporada ha sido muy dura. Teníamos entrenamientos dobles de más de tres horas. Intentaba incluso dormir siestas en el pabellón porque había que volver a entrenar por la tarde. Stan es un entrenador así, que aprieta muchísimo y entiende a los jugadores cuando necesitan descanso. Ha sido duro y divertido”.
La consistencia de Willy con los Pelicans
Entre el partido contra los Kings y el penúltimo antes del parón (no jugó contra Miami por ajuste técnico) Willy destaca como segundo o tercer jugador más importante del banquillo de New Orleans. Promedia 8,2 puntos, 7,7 rebotes y 55% en tiros de campo en 20,4 minutos, repartidos en 17 duelos con dos presencias como titular. Sin embargo, la llave para mantenerse en pista está en su mejora defensiva.
“El aprendizaje del juego, el saber posicionarse, el estudio de rivales… Estos últimos tiempos me noto que la experiencia me ayuda”, cuenta sobre su consistencia atrás. “Son un cúmulo de factores”.
Desde que arrancó febrero solo hay tres pívot que promedien al menos 8 puntos y 7 rebotes desde el banquillo en toda la NBA: Chris Boucher, Ivica Zubac y el propio Willy. No tiene nada de casual los minutos que pasa en pista.
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“Como dicen, la experiencia es un grado. Ayuda conocer más a los jugadores, saber colocarte y sobre todo tener un entrenador que confíe en ti. No tener miedo a cometer un error en defensa, si no pensar en la siguiente jugada. Al final mi mentalidad, y la del equipo, es la de ayudarnos los unos a los otros. Que si falla uno hay otros cuatro. Me encuentro muy cómodo en defensa, siendo muy vocal con las ayudas defensivas y la colocación. Stan está muy contento conmigo. Es lo que el equipo necesita de mí, defender y energía, porque tenemos muchos jugadores que pueden anotar”.
De hecho, su contrato estaba parcialmente garantizado y la franquicia debía tomar una decisión este pasado febrero. El rendimiento ofrecido dejó fácil la respuesta. El contrato de Willy fue garantizado hasta final de curso por méritos propios.
“Estoy muy contento”, cuenta mientras refleja sus palabras en su animado tono. “Mi trabajo aquí es aportar energía en defensa, cerrar rebotes y ponerme las pilas, que ese es un aspecto que siempre he tenido que mejorar y se puede ver que está yendo bastante bien. Nos falta eso, la consistencia más duradera para conseguir más victorias”.
WILLY- WILLY- WILLY
— NBA Spain (@NBAspain) February 10, 2021
14 puntos (5-8 en tiros de campo y 4-4 en tiros libres)
10 rebotes
4 asistencias
Doble-doble para @willyhg94 en la victoria de los @PelicansNBA #WontBowDown pic.twitter.com/ib95ILvBnQ
La química de estos Pelicans, que cuentan en plantilla con Zion, Brandon Ingram, Lonzo Ball y otros productos jóvenes, como Hayes o Kira Lewis, crece según avanza la temporada. Es evidente una mejor conexión entre los jugadores pese a que ciertos planteamientos de juego chocan con la tendencia de la NBA actual. En ese contexto, Willy ha desarrollado gran relación con Nickeil-Alexander Walker, un combo de segundo año y gran tapado entre los jóvenes del equipo.
“Nickeil es un jugador muy joven y muy talentoso”, cuenta Willy. “Es joven y está hambriento, entrena muchísimo. Es un placer tenerle como compañero. Los días libres solemos llamarnos para ir a tirar, también el rookie Kira. Nickeil ha sido un descubrimiento. En todos los viajes que podemos nos juntamos el grupo de internacionales y cenamos (Nickeil es canadiense). Está siendo muy divertido”.
Esa relación se traslada a los prepartidos, donde Alexander-Walker y Hernangómez tienen un calentamiento particular. “Jugamos un uno contra uno en poste bajo a cinco canastas. Zion nos pasa el balón y el resto miran. (NWA) Tuvo una racha que no paraba de meter, le dije que era para ir con confianza al partido”, cuenta entre risas. “Remonté y el marcador es de 7-4 para mí, y hemos empatado otras seis. Es una manera de calentar y Nickeil es un tío diez que tiene gran futuro en la liga”.
La segunda parte de la temporada llega fuerte para los Pelicans. La tendencia es positiva, sí, pero necesitarán más. Son 11º del Oeste con 15 victorias y 21 derrotas, apretados en la lucha por los puestos de Play-in. “Tenemos que ser más consistentes en defensa y seguir nuestras normas. En rebote venimos dominando la liga, solo necesitamos ser mejor defensa durante los 48 minutos y vamos en línea ascendente”.
Termina contrato, sí, pero eso queda lejos. Por delante, una ma mitad de 2020-2021 dónde mantener lo ofrecido en las últimas semanas. Disfrutar, trabajar y, porqué no, ayudar a los Pelicans de Zion e Ingram a entrar en Playoffs.
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“Los dos son muy jóvenes y trabajadores, saben que necesitan aprender y cometer errores para mejorar”, dice sobre la pareja de All-Stars. “Estar todos los días con ellos es genial, tengo una relación muy buena con ambos. Zion es muy inteligente y sabe usar su cuerpo. Cuando contacta contigo sabe cómo moverse. Cuando tú estás cayendo él sigue en el aire. Es un jugador de videojuego”.
Mientras Willy disfruta de la tercera temporada de “The Sinner”, la serie de Netflix, y termina a distancia un curso para seguir su formación, tiene muy claro que la experiencia NBA vale el pasaje completo. “El estar me ha merecido la pena. Estoy en la mejor liga del mundo y juego y entreno contra los mejores del mundo. Es un sueño para mí. Cada uno en su trabajo quiere estar con los mejores y competir contra los mejores. Es la mejor liga del mundo, a la que cada año llegan jugadores nuevos y en la que es muy difícil mantenerse. Llevo ya cinco años y espero estar bastantes más”.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.