Las lesiones y las ausencias han comenzado a acumularse en los New Orleans Pelicans justo en el momento más importante de la temporada y en plena lucha por entrar en el Play-In. Pese a ello, han sido los secundarios y menos habituales quienes han dado un paso adelante justo cuando más necesario era, liderados por el mejor Lonzo Ball que se pueda imaginar desde el triple (27 puntos, 8 de 15 en triples) los de Stan Van Gundy rompieron su racha de 2 derrotas seguidas imponiéndose a Houston Rockets por 122 a 115.
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Un encuentro en donde tuvo que ver, y mucho, la aportación de Willy Hernangómez quien salió al rescate de los Pelicans cuando Steven Adams tuvo que ausentarse por un golpe en la cabeza. El pívot madrileño tuvo una noche espléndida, probablemente la más certera de toda su trayectoria, consiguiendo acabar con 15 puntos, 12 rebotes y 1 asistencia en 25 minutos de juego. Y lo más sorprendente 7 de 7 en tiros de campo.
La aportación del español fue decisiva en el último cuarto donde anotó 10 tantos, la mayoría desde el poste bajo, que sirvieron a New Orleans para encaminarse al triunfo.
"Fue genial, personalmente soy un jugador al que le gusta ir al poste bajo", dijo Hernangómez sobre su actuación en el cierre desde el poste. "Solo se trata de leer el juego, de ver qué compañero está abierto, darle la bola a él, de hacer la mejor jugada posible para mis compañeros. Obviamente mis entrenadores y compañeros me dan la confianza para jugar ahí, trato de hacer la mejor acción para mí y hoy funcionó".
Los Pelicans se presentaron en Houston sin Zion Williamson, Brandon Ingram, Josh Hart y Kira Lewis, lo que hizo al cuerpo técnico buscar alternativas en figuras como James Johnson, Wes Iwundu o Naji Marshall. De hecho, incluso Jaxson Hayes tuvo que jugar como ala-pívot.
Willy, Willy, Willy: ¡Doble-doble!
— NBA Spain (@NBAspain) April 5, 2021
15 puntos, 12 rebotes y 7/7 en tiros de campo para @willyhg94 en la victoria de los @PelicansNBA #WontBowDown pic.twitter.com/HkQoxL5bqd
"Fue muy difícil para nosotros hoy. Jugadores nuevos, gente con la que apenas hemos jugado a lo largo del año, pero una de las cosas que se puede ver es el nivel de compromiso que se tiene en este equipo", aseguró Willy. "Todo el mundo se estaba esforzando en ambos lados del campo, hablando, ayudando. Fue increíble estar ahí fuera con todo el equipo. Todo el mundo hizo un gran trabajo, especialmente en la segunda mitad con los ajustes".
El español estuvo centrado durante todo el encuentro, yendo de menos a más para acabar siendo junto a Ball la figura de los Pelicans, quienes solventaron con nota un encuentro nada sencillo pese a la entidad del rival.
Ni DJ Wilson, ni Kelly Olynyk, ni Christian Wood pudieron frenar a Hernangómez que se aprovechó a la perfección del sistema de cambios de Houston para ganarse la posición en los aledaños del aro y anotar a placer.
"Me sentí genial porque todos mis compañeros y entrenadores me dieron la confianza, me hablaban", contó. "En la primera mitad cometí un par de erores en defensa, mi cabeza hizo click en el descanso para estar preparado para la segunda mitad. Traté de usar mi tamaño y fuerza en el poste para ayudar a mi equipo. Mis compañeros estuvieron ahí, dándome la bola, apoyándome, fuimos un equipo de baloncesto".
Esta victoria resulta clave para los de Lousiana ya que les acerca a medio partido únicamente de los puestos de Play-In, frontera en poder de Golden State Warriors, justo antes de iniciar una gira de dos partidos por el Este ante Hawks y Nets que serán vitales.
"Siempre decimos que la comunicación es la clave y que arregla los pequeños detalles. Todo el mundo estaba hablando en defensa, ayudando y eso hace el trabajo del resto más fácil. Fue divertido, fue una gran victoria para nosotros y el nivel de compromiso de los nuevos jugadores, los compañeros que apenas han jugado este año estuvo ahí. Tenemos que seguir construyendo para poder tener una buena racha, ganar un par de partidos, especialmente fuera de casa", concluyó el madrileño.
Willy Hernangómez está teniendo una gran temporada en los Pelicans, partiendo desde el banco y contando con numerosas oportunidades mientras promedia 6,7 puntos, 6,5 rebotes y un 54% en tiros de campo en una media de 16 minutos por partido, su máxima desde su año rookie.
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