Zach LaVine y el NBA All-Star Game: un argumento a favor y uno en contra de su caso

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LaVine

El All-Star Game 2021 ya tiene varias certezas en cuanto a los jugadores que formarán parte del mismo. Si nos centramos en la Conferencia Este, ya sabemos que Kyrie Irving, Bradley Beal, Kevin Durant, Giannis Antetokounmpo y Joel Embiid estarán en el partido como titulares, mientras que parece un hecho que nombres como James Harden, Jayson Tatum y Jaylen Brown aparecerán entre los reservas que elegirán los entrenadores. El resto de los seleccionados, sin embargo, es hoy una incógnita importante.

Si se cumple con la presencia de esos tres suplentes mencionados, estaría quedando lugar para dos perimetrales y dos wildcards (sin importar posición). En el primer grupo las opciones son algo más limitadas: nombres como Julius Randle, Khris Middleton, Jerami Grant, Domantas Sabonis, Nikola Vucevic y Bam Adebayo, entre otros, pelearán por esos dos espacios vacantes. Buenas opciones, pero nadie se alarmará demasiado si alguno de ellos queda fuera.

El panorama con los guardias del Este es distinto, porque en el mejor de los casos, solo quedarán dos vacantes para ser distribuidas entre varios perimetrales estelares. Y en ese sentido, ni siquiera la presencia de un Zach LaVine que está teniendo una 2020-2021 histórica en el costado ofensivo, está garantizada. Tranquilamente los entrenadores pueden optar por nombres como Ben Simmons y Trae Young para esos wildcards, lo cual dejaría a la figura de los Bulls sin su primer All-Star.

La pregunta es, ¿sería justo que LaVine sea seleccionado?, ¿se ha ganado realmente un lugar como uno de los 12 mejores jugadores de la Conferencia? Lo cierto es que hay argumentos a favor y encontra del ex Minnesota. Veamos.

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A Favor

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El caso a favor de Lavine está claro que debe centrarse en su poder de fuego anotador, combinado con su eficacia. Una mezcla extraordinaria y con muy pocos antecedentes en la historia de la liga. El escolta está promediando 28,9 puntos y lo hace con un 51,8% de campo, un 42,9% en triples y un 86,2% en tiros libres. Realmente no se puede pedir más en términos de volumen y eficiencia.

En la historia de la liga, solamente otros tres nombres han conseguido promediar al menos 28 puntos, 50% de campo, 40% en triples y 85% en libres. Y los tres son de las más grandes leyendas que haya visto este deporte: Larry Bird lo logró en tres oportunidades, mientras que Steph Curry y Kevin Durant lo hicieron una vez cada uno. LaVine (y Joel Embiid en esta 2020-2021) se está sumando a ese club, al menos por ahora.

LaVine está jugando además su mejor básquet en las últimas semanas, con un sprint final ideal para terminar de convencer a los técnicos del Este. En sus últimos ocho partidos promedia 35,1 puntos, con un 54,7% de campo y un 51,5% en triples. Además de bajar 6 rebotes y repartir 4,5 asistencias. Es difícil mirar todos esos números y no pensar inmediatamente que se trata de una estrella del certamen.

En contra

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Así como el oriundo de Washington tiene argumentos muy claros a favor, también aparece uno contundente en contra: su presencia en cancha no está haciendo mejor a los Chicago Bulls. Más bien todo lo contrario. 

En las 2149 posesiones que LaVine ha pasado en el campo, los Bulls tienen un Net Rating de -3,3. En contraste, en las 698 en las que estuvo fuera, Chicago mejora esas cifras a un +5. Muchas veces la estadística de +/- puede ser engañosa, al verse influida por lo que hacen los otros cuatro jugadores en cancha, pero ese swing de 8,8 puntos por cada 100 posesiones es demasiado grande como para ser ignorado.

El déficit de LaVine siempre ha pasado por su debilidad defensiva y los números apoyan la teoría. Cuando el escolta está en cancha, Chicago permite 117,2 puntos por cada 100 posesiones. ¿Cuando está fuera? 102,3. ¡Una diferencia de casi 15 puntos! De nuevo, demasiado considerable como para ser ignorada.

El problema crece para LaVine cuando analizamos su historia, el cual deja menos margen para la casualidad. En seis de sus siete temporadas en la liga, ese diferencial on-off por 100 posesiones es de -4,4 o peor. Apenas en una campaña (2018-2019) tuvo un balance positivo (+2,8). Además, en sus siete temporadas su +/- por 100 posesiones en cancha ha sido negativo. Al punto que el -3,3 que registra en esta campaña es el mejor de su carrera.

Veredicto

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La decisión no será nada fácil. Hay argumentos válidos y entendibles por ambos lados... pero a la larga, cuando hablamos de la más absoluta élite de la liga, no se pueden soslayar algunas situaciones. Y la total falta de impacto de LaVine en el éxito de Chicago es un factor demasiado considerable como para descartarlo. Especialmente cuando lo comparamos con un Ben Simmons cuyo on-off es de +7,9 o un Trae Young con un +6,7.

¿Están mejor rodeados estos jugadores en Philadelphia y Atlanta respectivamente? Por supuesto, pero recordemos que el on-off marca la diferencia entre lo que hace el propio equipo cuando alguien está en cancha, en relación a cuando descansa. Y Chicago, aún con sus limitaciones y sin tener un gran banco de suplentes, mejora 8,8 puntos por 100 posesiones sin LaVine.

La temporada del ex Timberwolves está siendo excelente. Pero de la misma manera en la que Bradley Beal no fue elegido en el 2020 aún cuando promedió por encima de 30 puntos (también con un on-off levemente negativo), LaVine podría quedarse en la puerta de su primer All-Star. Y honestamente, no sería injusto.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.